Pepe Silva, el laureado coplero sin antifaz

Haciendo cuentas, delante de un mostrador de la calle María Arteaga, con la peña a oscuras, encontramos bien temprano a Pepe. Nacido en plena posguerra (1943), José Silva Navarro es uno de esos componentes que han marcado una etapa importante dentro del Carnaval. Relacionado con la fiesta desde niño, se integró dentro el grupo que formara la comparsa y posterior peña Nuestra Andalucía. Purri, Carlos Brihuega, Jesús Monzón, Juanaco, Galleguito, Carlos Peña, Piojo y un largo etcétera de gaditanos que estuvieron a su lado compartiendo momentos míticos, mágicos e históricos.
Un reportaje de Luis Rossi.


Era muy pequeño cuando ensayaba con otros niños con agrupaciones infantiles. Ensayaba en el Mentidero, porque salir no salía. Durante los primeros años del franquismo el Carnaval estaba prohibido, máxime para unos infantes que solo querían disfrutar con la gracia y el arte de cantar. Cuenta Pepe que su padre no lo dejaba salir “porque las agrupaciones era muy malas”, hasta que fue con Ricardo Villa, “y eso era otra cosa ya”.

Recuerda que con doce años, estando en una agrupación, se llevaron presos a dos de sus componentes, “simplemente por cantar”. ‘Los Profiden’, ‘Los Colilleros’ o ‘Los Coyotes’ fueron algunas de esas agrupaciones en las que no salió, pero ensayó. Donde sí apareció ya para salir en las calles –el Concurso permanecía prohibido- fue en ‘Los Piratas’ del autor anteriormente citado.

Pasaron los años y se fue olvidando de alguna forma del Carnaval. Sin embargo, el veneno siempre vuelve. En los años 70 coincidió trabajando con Antonio Trujillo ‘Catalán’ y le propuso salir en la comparsa de Pedro Romero ‘Los playboys’. Aquella agrupación tuvo gran acogida, pero cuando realmente tocó la gloria fue al año siguiente. Por aquellos entonces, era imposible conseguir un premio mayor que el creador de la comparsa. Paco Alba se alzaba habitualmente con el primer premio, salvo aquellos años en los que no salía, como es normal.

Ganar al Brujo
En 1973 surge el mito de ‘Capricho Andaluz’. Martín coge el grupo de Pedro Romero con alguna incorporación más y consiguió el hito histórico –que marcaría el resto de la vida de Paco Alba- de ganarle a ‘Estampas Goyescas’. “Nosotros cuando conocíamos los premios solíamos celebrar con los demás grupos, pero esa noche no fue así”, cuenta el propio Silva que ambos grupos rivales se distanciaban en apenas unos metros, cada uno en un bar en la Viña (Unos en La Potala, otros en Las Banderas).

Sin embargo, “no me dejaron ir a saludar a Paco Alba”. “Éramos muy jóvenes, con voces muy frescas y ese año Antonio dio en la tecla con la letras”, por el contrario, Paco tenía un grupo ya venido a menos y el repertorio “salvo la letra de la guitarra, no era gran cosa”.

“Paco nos dijo que él hubiera sido nuestro autor, pero desde el principio al preparar la comparsa, no para rematar el trabajo de otro”

Pero como la noria gira y sigue girando, como decía la presentación de la denostada agrupación, al año siguiente los componentes de ‘Capricho Andaluz’ fueron a buscar al propio Paco Alba para acabar la comparsa ‘Los Rumberos’ que había iniciado Antonio Martín. “Ese año Antonio tuvo problemas y no pudo seguir con la comparsa. Viendo que nos quedábamos tirados con medio repertorio, fuimos a buscar a Paco, por mediación de Monzón que había salido con él”, un hecho cuanto menos curioso. “Paco nos dijo que él hubiera sido nuestro autor, pero desde el principio al preparar la comparsa, no para rematar el trabajo de otro” y teniendo en cuenta que era de su más inmediato rival, la empresa era complicada. Pero Paco no escribió ninguna comparsa más… porque ‘Los belloteros’, se inscribió como chirigota.

Ciclo histórico
Pedro Romero cogió las riendas comenzando el que fuera un ciclo histórico para el grupo donde militaba Pepe Silva. Cabe destacar que Eduardo Delgado también hizo algunos cuplés para el grupo que se había quedado sin autor. A ‘Los Napolitanos’ le siguió la reivindicación pura: ‘Carnaval 76’ y ‘Nuestra Andalucía’. La primera comparsa pensada tras la muerte del dictador y con la necesidad de recuperar el nombre de la fiesta; la segunda, una manifiesta protesta en pos de la identidad andaluza.

En plena transición, con el debate de las autonomías sobre la mesa y la necesidad de un cambio político, buscando las libertades, Pedro Romero se aventura en la comparsa con más repercusión de su historia. La comparsa ‘Nuestra Andalucía’ presentaba una propuesta crítica contra los intereses nacionales, defendiendo el sitio de Andalucía.

Con unos pasodobles punzantes y directos, el popurrí es una verdadera obra de arte nombrando lo más característico de las ocho provincias andaluzas. En el Concurso fue segundo premio. “Querían dar dos primeros premios, para ‘Los Mandigos’ y para nosotros”, recuerda Pepe, “el Jurado habló con Martín y con Romero para expresarle la propuesta, pero Antonio dijo que no, que uno u otro”.

El año anterior, con ‘España y Olé’, Martín fue segundo premio y ‘Navegantes gaditanos’ primero. “Dijeron que Pedro fue primer premio por ir gaditano y que el tipo de Martín era españoleado y eso lo aprovechó el año siguiente para decir que el tipo de Pedro era andaluz, no gaditano”, destaca Silva argumentando el por qué finalmente no ganó el primer premio ‘Nuestra Andalucía’.

Mítines a 40
Lo cierto es que la comparsa marcó un hito, porque era el momento y el lugar. Silva recuerda que empezaron a familiarizarse con el concepto de ‘mítines a 40’. Esto es, que aprovechaban la coyuntura y los partidos políticos –como se observa no es algo nuevo de estos tiempos- que querían cerrar sus actos con la comparsa debían pagar unas 40.000 de las antiguas pesetas.

“Con ‘Nuestra Andalucía’ fuimos a todas partes”, recordando como caso curioso que inauguraron el vuelo Jerez-Barcelona, en el Aeropuerto jerezano. Llegamos de Barcelona, nos vestimos y para el teatro. Nos hicieron una exhibición cabalística, estuvimos en un hotel, se portaron muy bien con nosotros”.

Tras el boom de esta agrupación y siguiendo con la línea política, llegó la comparsa ‘Los Tribunos’. Esta vez sí fue primer premio. A partir de ahí ya se fueron dando diversos cambios, con la entrada de los años 80. Con las comparsas ‘Payos y Gitanos’ y ‘Pregones’ sumaron cinco primeros premios. ‘Los Califas’, en 1982, con Enrique Laínez y Pedro Grajera como autores, dieron paso a ‘Grandes Genios’, con la firma de Pedro Romero.

Pedro decide dejar de escribir y llega a la peña un joven de 17 años que una guitarra, un pasodoble y un tipo. En la oficina de la peña, Jesús Monzón, Purri, el propio Silva y un tal Antonio, el joven, escuchan la propuesta y se deciden a dar el paso adelante. Así nace ‘Requiebros’, la ópera prima Antonio Martínez Ares. Piropeando por Cádiz estuvieron en la Final, pero el idilio solo duró un año. “Antonio quería que nos pusiéramos a dieta, porque los zombis están delgados y nosotros muy gordos”, comenta con humor Silva, para argumentar el motivo de sus ruptura con el niño del Santa María.

Posteriormente, Pepe junto a su grupo continuaron la senda aunque no con el mismo éxito. Agrupaciones como ‘Encuentro árabe-andaluz’, ‘Se hace camino al andar’ y ‘Contra viento y marea’ antecedieron al que fue el último primer premio de esta saga de comparsistas. Fue, además, el último que consiguiera Pepe en las tablas del Teatro, aunque en este caso no del Falla, sino del Andalucía, con ‘Al compás de mi cepillo’.

El grupo estuvo dos años con Joaquín Quiñones con ‘Missippi Club’ y ‘Anónimo Gaditano’. El último momento que pudo Pepe saborear el escenario como comparsistas en el Concurso fue con la comparsa ‘Arrieritos Semos’ en 1998, donde se volvieron a unir todos los integrantes de ese grupo que, desafortunadamente, han ido poco a poco desapareciendo.


Pepe Silva, el laureado coplero sin antifaz

“Tras la pérdida del Piojo, ya quedamos pocos, y no creo que salgamos más”, comenta apenado un Silva que sabe que ya tiene muy complicado volver. Ahora se recrea viendo a sus hijos cantando en las tablas en chirigota hace unos años y ahora en comparsa, cuando canta su hijo Jesús en la comparsa de Subiela. Aunque donde se le ve más emocionado es bambalinas, cuando escucha a sus nietas en la comparsa infantil. Otra generación que sigue su camino.

Tras una vida dedicada al Carnaval, saliendo desde niño y con nueve primeros premios en su haber, a Silva le quedan pocos años para los 25. Otro de la lista de míticos componentes que no llevan el oro en su solapa, pero sí en el recuerdo de los aficionados.

Con más de veinte años de Carnaval, José Silva Navarro cosecha nueve primer premios en su haber con agrupaciones míticas como ‘Capricho andaluz’, ‘Los Tribunos’, ‘Pregones’ o ‘Al compás de mi cepillo’. Fue uno de los hombres que lucharon con sus coplas por la identidad andaluza en 1977.

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